Mayo 20, 2025
En los últimos años han proliferado los programas para formar directores, algunos vendiéndolos como si fuesen “la piedra filosofal” del gobierno corporativo. Cuidado: hacer un curso no basta para convertirse en director de empresas y la evidencia lo demuestra.
En el Centro de Gobierno Corporativo UC creemos en la formación como un pilar esencial. Pero también sabemos que el camino hacia un rol en un directorio requiere más que un certificado.
Aquí comparto tres ideas clave para una mirada realista y estratégica, si tu fin es llegar a ser un board member.
1. La experiencia en primera línea sí importa
Ser parte de un directorio exige algo más que conocimientos técnicos. Implica haber estado en posiciones ejecutivas, haber enfrentado decisiones difíciles, liderado equipos y vivido los ciclos de una organización desde dentro. Un curso entrega herramientas, pero no sustituye esa experiencia.
Ambas son esenciales porque, de paso, el rol ejecutivo no es para nada similar al de un miembro de Directorio: hay un tránsito que saber vivir, un luto del cual sacudirse para tomar posesión real del nuevo rol a desempeñar.
Un informe de Spencer Stuart de 2024 destaca que el 59% de los nuevos directores del S&P 500 poseen experiencia como CEO o en finanzas, y que el 52% de ellos están actualmente en funciones ejecutivas activas. Esto refleja cómo las juntas directivas valoran la experiencia ejecutiva extensa al seleccionar nuevos miembros.
2. Las redes de confianza son determinantes
Este es uno de los factores más relevantes —y menos hablados— del mundo de los directorios: los nombramientos no se publican en portales ni se resuelven por postulaciones formales.
Surgen, en su mayoría, de redes de contacto construidas a lo largo del tiempo. Un estudio de Board Intelligence (2023), titulado “How to Get on Board”, confirma esta dinámica: la mayoría de las posiciones en directorios se cubren a través de recomendaciones y conexiones personales o profesionales. La formación abre puertas, pero muchas veces son las redes las que permiten cruzarlas.
3. El contexto actual exige preparación constante
Cambio climático, disrupción tecnológica, nuevos riesgos sociales, tensiones regulatorias. Los directorios hoy operan en un entorno permanente de complejidad. Ya no se trata solo de supervisar, sino de anticipar, adaptarse y liderar con visión estratégica.
La NACD (National Association of Corporate Directors) enfatiza la importancia de la educación continua para los miembros de directorios. Su programa de certificación, NACD Directorship Certification, establece un estándar para la formación permanente y exige actualización regular para mantener la certificación. Esto refleja la necesidad de que los directores se mantengan preparados para enfrentar los desafíos emergentes en el entorno empresarial.
Desde el Centro de Gobierno Corporativo UC promovemos una formación rigurosa, actualizada y consciente del contexto. Un curso no te convierte automáticamente en director, pero sí puede marcar la diferencia en cómo ejerces ese rol, cuando llegues a él.