Luis Hernán Paúl
Director del Centro de Gobierno Corporativo UC
Lo que requerimos es que gobierne durante un período más largo de tiempo una alianza política que cuente no sólo con un nivel importante de aprobación, sino que también con la capacidad de alcanzar acuerdos. Estoy pensando en una alianza del tipo de la que fue la Concertación durante sus primeros tres gobiernos, durante los cuales se alcanzaron acuerdos básicos que hicieron posible que el país experimentara avances significativos en múltiples áreas críticas.
Yo no soy político por lo cual puede que lo que planteo en esta columna no sea una muy buena idea. No obstante, como ciudadano chileno siento cierta impotencia porque veo que hay muchos políticos en nuestro país, aunque no todos, que están preocupados mayormente por su futuro personal y/o partidario y les falta tener más en consideración lo que es mejor para el país. Por ello me atrevo a hacer la propuesta que esbozo a continuación.
Se trata de la posibilidad de conformar una nueva alianza política que tome el nombre el título de este artículo o uno similar que transmita la misma idea. Me refiero a una que reúna a todos los partidos que están en contra de que en Chile gobiernen en los próximos años partidos o alianzas que buscan imponer posiciones extremas en el plano político.
Estoy pensando en una nueva alianza que sea, de cierto modo, la continuadora de Chile Vamos, pero que incluya también a la gente del centro, centroizquierda y a todos aquellos que no se sienten representados por el clivaje izquierda- derecha y que buscan que se alcancen acuerdos básicos que le den estabilidad y continuidad a nuestro país a futuro, no sólo durante los próximos cuatro años, sino que por un período más largo de tiempo.
Creo que Chile enfrentará en diversos ámbitos un momento crítico en su historia en las elecciones de fines de este año.
Primero, porque nos encontramos en un período en que es decisivo tomar medidas para reestablecer de verdad la seguridad de la gente en las calles y en sus barrios. No sirven las palabras vacías que nos transmiten algunos políticos respecto al avance ocurrido en este plano, el cual en el día a día se nota que no es tal, lo cual lo refrendan las encuestas de opinión.
Segundo, porque nos encontramos también en un período crítico para tomar medidas que nos permitan retomar el crecimiento con el objeto de hacer sustentable el desarrollo del país no sólo en el plano económico, sino que también en el plano social. Si seguimos creciendo cerca del 2% anual en el futuro cercano es muy posible que las cosas se compliquen aun más de lo mal que ya están.
El problema es que si vence cualquiera de los candidatos con posiciones extremas en las próximas elecciones va a ser difícil sino imposible que los cambios que estos efectúen se mantengan en el tiempo, ya que probablemente y tal como ha ocurrido en las últimas cuatro elecciones presidenciales, vamos a seguir cambiando de la coalición de un lado del espectro político al otro, lo cual ha demostrado no ser positivo para el país.
Lo que requerimos es que gobierne durante un período más largo de tiempo una alianza política que cuente no sólo con un nivel importante de aprobación, sino que también con la capacidad de alcanzar acuerdos. Estoy pensando en una alianza del tipo de la que fue la Concertación durante sus primeros tres gobiernos, durante los cuales se alcanzaron acuerdos básicos que hicieron posible que el país experimentara avances significativos en múltiples áreas críticas.
Evidentemente no todo fue perfecto en ese período, pero se logró avanzar un gran trecho en varios frentes. Ahora además contamos con el beneficio de saber lo que no funcionó bien y lo que faltó por hacer.
Pero hay que estar conscientes que lo se nos viene por delante en Chile no es nada fácil de enfrentar porque el nivel de deterioro experimentado en el último tiempo ha sido mayúsculo. No obstante, todavía estamos a tiempo de remontar y retomar la senda por la que veníamos hace no tantos años atrás si hacemos las cosas bien.
Y justamente para lograr este objetivo es que creo que necesitamos formar una coalición política como la que he llamado No Extremos.